De Ana Istarú (Costa Rica). Con Magalí Sánchez Alleno. Dirección: Carlos Miceli
3 al 24 de agosto
De Ana Istarú (Costa Rica)
Con Magalí Sánchez Alleno
Música: Nacho Medina
Vestuario: Gustavo Alderete
Escenografía: Gabriel Bezus
Iluminación: Ariel Ponce
Fotos: Fuentes 2 Fernández
Maquillaje: Melisa para Pao Dessaner
Producción ejecutiva: Vilma Bonomo
Asistente: Parvati Torres
Dirección: Carlos Miceli
Duración: 75 minutos
CELCIT. Temporada 2013
En “Baby boom en el Paraíso” se narran con humor, ternura y desparpajo todas las vicisitudes de una mujer deseosa de tener un niño. Abordando temas por largo tiempo ignorados por la literatura, describe los cambios físicos y emocionales que conllevan el embarazo, así como la vida nueva que debe asumir la pareja y la experiencia culminante del parto. En un intenso ritmo de comedia, muestra -críticamente- la reacción del entorno social, la hostilidad del medio hospitalario y los temores y prejuicios que se le infunden a la parturienta. Hilarante, humanista y reflexiva, reivindica la maternidad como una faceta plena y vital de la sexualidad femenina, a la vez que guía e instruye, revelando con alegría, respeto y naturalidad la aventura sorprendente del origen de la vida humana.
Ana Istarú, autora de la obra, dice sobre la misma:… “Pretendo develar, para quien no las sospeche, la odisea física y la conmoción emocional que entraña, para nosotras, privilegiadas por natura, el nacimiento de un bebé”. Es esta frase la premisa exacta que propone la obra desde su más profunda raíz. En esta oportunidad “Baby Boom en el Paraíso” se presenta bajo la dirección de Carlos Miceli y la interpretación de la actriz Magali Sánchez Alleno de reconocida trayectoria en los musicales más populares de Buenos Aires, como La bella y la Bestia o El fantasma de la Ópera.
Abrir un universo femenino a todo público que se aproxime a la sala, para hacerlo funcionar en un hilo de comedia no es tarea sencilla, realmente se requiere de exactitud en el trabajo para no hacer caer la obra.
Magali encarna a Ariana y un entorno de personajes varios que vuelan desde una posición tácita a la interpretación de la protagonista, sin lugar a duda el mayor éxito de este unipersonal se basa en la buena “auto-química” que expresan Ariana con el interlocutor de turno, sumando a esto los lugares comunes que suelen ser reconocibles fácilmente por todos, como los chistes sobre la suegra o visitas inesperadas.
La autora propone un ritmo veloz que se ve respetado en esta versión, donde el trabajo corporal y lo oculto a la visión del público permite dibujar perfectamente mediante la imaginación colectiva y el relato teatral escenas íntimas como así también una gran cantidad de situaciones. Primera gran aproximación por parte de una joven actriz que apuesta por incursionar y atreverse a todos los terrenos del escenario.
Nuestra opinión: muy buena
El estado de cualquier mujer que desea ser madre, que se propone serlo y que termina alcanzando su meta es, por demás, un momento crucial e interesante de descubrir. En este unipersonal, Magali Sánchez Alleno se pone en la piel de una joven casada que con todos los prejuicios y las intromisiones del mundo que la rodea decide afrontar la costosa, pero tan deseada, búsqueda de su primer hijo.
Enfocada solamente desde el costado femenino, "Baby Boom en el Paraíso" acompaña a esta mujer desde el momento en que empieza a pensar la idea una idea, claro, construida por un medio social que prácticamente la obliga; atraviesa con ella los miedos esos miedos infundidos por tías, abuelas, vecinas, amigas, películas, el mundo entero, desde que se creó nuestra cultura occidental que nos alienta a tener hijos pero sí o sí a parirlos con dolor; y la lleva a terapia para sacarle esas fobias y temores. Incluso se atreve a mirar su calendario de fertilidad para dar en la tecla de cuándo es el día apropiado para vestirse con su mejor camisón y esperar que su marido quiera desviar su mirada del televisor para reparar en ella. Finalmente, el escenario se convierte en el lugar de bienvenida de ese bebé tan ansiado, cargado de las mil y una situaciones y peripecias, para arrojar una oleada de ternura a la platea.
Con un ritmo casi frenético, que ayuda a llegar en 70 minutos al nacimiento mismo, y cargada de humor, la obra no cae en situaciones por demás dramáticas sino que las transita de tal forma que se convierte en un amable relato que sirve de espejo para muchas mujeres.
Magalí Sánchez Alleno se destaca de manera brillante, lleva adelante un personaje que atraviesa y que padece enormes transformaciones sin titubeos y con una simpatía que termina ganándose a todo el público. Encarna no sólo sus propios estadios sino que juega a ser el marido, un hombre que no parece tener la más mínima sensibilidad, al que sólo le importa mirar a Boca y descansar; la suegra que, más que entrometida, parece ser la embarazada que toma todas las decisiones, o la cuñada, que lejos de contenerla e incentivarla, la asusta de "lo que se te viene". De esta forma muestra su ductilidad para ir pasando de un personaje a otro, todos nefastos. ALa escenografía acompaña muy bien y ayuda a la actriz a transitar todas sus etapas interviniendo y aportando objetos.
Una obra que divierte, que logra seguramente la empatía de muchas mujeres que han atravesado la maternidad algo solas y poco contenidas, a su vez atormentadas por el entorno, pero sin indagar demasiado en los laberintos más difíciles sino tomando ese estadio con mucho humor e ingenio. Un buen plan femenino aunque, para todos los hombres que fueron o serán padres puede resultar útil, sobre todo para ver lo que no tienen que hacer jamás..
Entrevista a Magalí Sánchez Alleno.
Fue protagonista en la versión local de La Bella y la Bestia y ahora presenta su primer unipersonal.
Iba de la mano de su "señorita". Tenía cuatro años, era la más chiquita del jardín y no le alcanzaban los ojos para mirar: todo lo que había en el Teatro Colón le causaba una profunda fascinación, pero la araña, de gigantes proporciones para su tierna estatura, le parecía simplemente una maravilla. La "señorita" le contó que había cantantes que se subían a actuar desde ahí y ya no tuvo dudas: "Cuando sea grande voy a ser cantante", se prometió. Y cumplió. Hoy, a los 32, Magalí Sánchez Alleno no sólo puede jactarse de ser cantante. Es una de las actrices de comedia musical más requeridas de la escena nacional, fue la Bella en la última versión argentina del musical de Broadway La Bella y la Bestia , protagoniza la nueva propuesta del circuito off Código de silencio , canta canciones infantiles en televisión de la mano del canal Paka Paka y encarna su primer unipersonal,Baby boom en el paraíso , que se presenta todos los viernes en el teatro Espacio Abierto.
Revisar su historia en los escenarios implica ver un lento proceso de descubrimiento. Desde muy chica estudió música. Primero, piano y chelo, mientras pasaba largas horas con su abuela escuchando óperas. "Quería ser cantante de ópera, pero porque creía que eso era ser cantante. Para mí, las actrices cantaban y bailaban", cuenta. Su familia impulsaba su costado más artístico, pero la obligación de seguir una carrera universitaria se interponía constantemente. Un día tuvo una revelación: "Fui con mi papá a ver Chicago y salí llorando. Mi papá no entendía. Lloraba porque me impactó lo que vi, porque supe en ese momento que quería hacer eso", relata. Conmovido por sus lágrimas, su padre la inscribió en un curso de teatro y luego todo fue encontrando su rumbo. Eso sí, paralelamente siguió una carrera: Musicoterapia.
Estudió danza y actuación mientras seguía perfeccionando su voz. Hizo publicidades, bolos en la televisión y se preparó como nadie para la audición de su vida: El fantasma de la ópera . Cuando le dijeron que no había quedado, pensó en no cantar más, presa de la desilusión enorme que generan las audiciones. Sin embargo, el "no" le sirvió para relajarse y seguir con su arte sin presiones, por amor puro. Un día, el teléfono volvió a sonar. Le pedían que se incorporara como cover de Christine, el personaje principal. No creía que fuera a tener ocasión de subirse al escenario, pero quiso el destino que en la segunda función la protagonista sufriera una fatiga vocal que la dejó inhabilitada para actuar durante dos semanas: "Fui Christine 15 días seguidos. Aprendí la obra haciéndola porque no estábamos preparados para que pasara eso. No tenían ni peluca para mí. Pero fue increíble y aprendí muchísimo de esa experiencia".
La Bella y la Bestia fue su gran salto. Fue a audicionar porque quería ser Babette, la seductora escobilla mágica del palacio encantado, pero la eligieron para el rol principal. "Esa obra era una fiesta de principio a fin. Todo ese mundo de ensueño estaba impregnado en nosotros." Con los laureles de ese éxito, se sumó a otro gran desembarco de Broadway: La novicia rebelde . "El papel era inventado para mí, así que si yo no proponía nada, era un poste. Todo el proceso de ensayos fue una gran escuela de actuación para mí", cuenta, con un profundo agradecimiento hacia el director, Jonathan Butterell.
El azar fue el principal motivo de su llegada a la pantalla chica. Estaba a punto de comenzar con los ensayos de "nueve horas por día" de La Bella y la Bestia cuando una amiga le pidió que fuera al casting para conducir un programa infantil en la señal Paka Paka. "En la disponibilidad horaria puse lunes. Era el único día libre que tenía para grabar", relata, divertida. La eligieron a pesar de eso y el programa fue un éxito. Grabó una segunda temporada y además le puso voz a una bruja malvada en un dibujito animado del mismo canal. "Me encanta trabajar con chicos", dice. Aunque no tiene hijos, su perfil como actriz es muy maternal: "En las publicidades siempre soy mamá". Ahora, se mete en la piel de una mujer embarazada, en la historia planteada con elocuencia por la escritora costarricense Ana Istarú Baby boom en el paraíso . "Me interesó mucho el desafío de hacer una obra de texto. Yo ya tenía mucha curiosidad de hacer un unipersonal, de hecho estaba escribiendo uno. Es un desafío actoral inmenso", explica. Está entusiasmada y nerviosa a la vez: "Es muchísimo texto. Lo estoy pasando todo el día".
"La historia es de una mujer que cuenta todo su proceso desde el momento en que decide tener un hijo. Había muchas cosas del mundo de la maternidad que no conocía y fui descubriéndolas, creo, al mismo tiempo que el personaje. Tuve la suerte de que justo una de mis mejores amigas está embarazada, y todas son madres. Me ayudó muchísimo ese entorno. Me emociono con ellas. Te cuentan cómo te cambia la cabeza, los valores, el encuentro con el cuerpo. Todo explota. Es como una locura." Los ojos le brillan cuando habla del embarazo de su amiga, de cómo lloró cuando vio su primera ecografía: "Todo para mí tiene otro valor ahora"..
con Debora Astrosky
Sábado 24 de febrero
19 h (hora Argentina)
con Laura Szwarc
1º de julio al 31 de agosto
Miércoles de 17 a 19
con Gustavo Schraier
1º de agosto al 30 de noviembre
Lunes de 9 a 10:30
con Malena Graciosi y Josefina de Cara
2 de mayo
9:30 (hora Argentina)
con Mariela Asensio
7 de octubre al 11 de noviembre
Lunes de 19 a 21