Sumario

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iberoamericana

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URUGUAY. Estación Las Piedras
Un trabajo para compartir sobre la identidad y la memoria

Por Ana Magnabosco

 

Comparto un proceso de trabajo sobre la identidad y la memoria, por creerlo factible de aplicar en otros pueblos y otras geografías.
Hace siete años me encontraba dirigiendo un grupo teatral en la ciudad de Las Piedras. Dicha ciudad está situada a 20 km. de Montevideo y a pesar de la proximidad con la capital, todavía conserva muchas de las características de los pueblos del interior.
Un día de ensayo, los integrantes más jóvenes del elenco se encontraban muy movilizados por la cantidad de accidentes de moto que estaban ocurriendo en la ciudad y en los que semana a semana perdían la vida compañeros o amigos. Ese día había sucedido otra muerte más y aquello nos tenía muy mal.
Recuerdo que uno de los actores sugirió que el tema era la velocidad, otro más veterano -que los jóvenes se sentían inmortales- y el "abuelo" del grupo argumentó: -que cuando él era joven se andaba en bicicleta y que es difícil matarse en bicicleta- porque antes, hasta los curas -dijo- recorrían toda la parroquia en bicicleta.
Un comentario trajo otro, hasta que sin más comenzaron a aparecer historias y protagonistas. Personas que habían transitado aquellas calles en otros tiempos y que los jóvenes del elenco desconocían.
Los compañeros más veteranos, casi no podían creer que los más chicos nunca hubieran escuchado tal o cual suceso del lugar. Pero sí, estos eran otros tiempos, en los cuales la charla familiar es una instancia para la cual no hay cabida. "Falta tiempo", dicen los mayores. "No me interesa", dicen los más chicos. ¿Y la memoria? ¿La identidad, plataforma de despegue de todo lo nuevo? Bien, gracias.
Sin embargo, en aquel ensayo estábamos todos enganchadísimos con los cuentos que iban surgiendo. En determinado momento alguien planteó la posibilidad de unir los dos temas: ese presente de velocidad suicida y aquella historia local que las nuevas generaciones desconocían.
Me llevé el asunto a casa "para pensar". La propuesta era todo un desafío, absolutamente atractivo.
Pero ya en el próximo encuentro, decidimos cómo armar el posible trabajo: ellos harían investigación y luego la elaboración del personaje y a mi cargo estaría la dramaturgia y dirección de lo que el esfuerzo conjunto concretaría.
Aquí va el mapa de trabajo:
1) ELECCIÓN DEL O LOS TEMAS A TRATAR.
En nuestro caso dos: uno del presente y otro que refería al pasado.
2) INVESTIGACIÓN. Primer paso.
En la primer semana pedimos a la mayor cantidad posible de personas mayores, que recordaran una historia local sucedida mucho tiempo atrás.
En la reunión siguiente, cotejamos las historias recibidas y seleccionamos las que se repetían (por ser esto síntoma de su presencia aún viva en la memoria colectiva). Nos dimos cuenta que íbamos a trabajar con personas ya fallecidas a quienes titulamos cariñosamente: fantasmas.
3) INVESTIGACIÓN. Segundo paso.
Delimitamos quiénes eran los protagonistas de aquellas historias y nos
tomamos otra semana para investigar qué se recordaba en la ciudad sobre
ellos. También hicimos una especie de encuesta oral, con la pregunta:
¿Qué personaje del lugar recuerda y por qué?
Esto significó completar las historias y tener un "perfil" de los
personajes y su tiempo.
4) INVESTIGACIÓN. Tercer paso.
Decidimos colectivamente cuáles eran las historias o sucesos y quienes los personajes que aún estaban presentes en la memoria colectiva. Nos dimos una semana más, para seguir indagando sobre las historias y sus protagonistas a fin de obtener detalles concretos. ¿Cómo caminaban, se vestían? ¿Tenían algún gesto o tic, forma de hablar particular?
La biblioteca nos proporcionó otros datos que aparecían en las antiguas
publicaciones locales. El cementerio nos reveló otros, imposibles de
encontrar en la biblioteca.
5) INVESTIGACIÓN. Cuarto paso.
Adjudicamos el rol a cada actor. (El grupo tenía 18 integrantes) De ahí en más cada uno se comprometió a una investigación más honda y particular,sobre el personaje que se le había encomendado. Cada cual recolectó más anécdotas sobre su personaje, y hasta aparecieron alguna fotos.
A partir de los materiales recolectados, cada actor hizo una composición, que se fue ajustando en un muchos ensayos, con un proceso de improvisación sobre el personaje. Se reservó como una aparición mágica, la presencia en VOZ del cantante de tango de fama internacional Julio Sosa, oriundo de Las Piedras.
6) DRAMATURGIA.
Con todo lo anterior se armó el guión, tratando de lograr progresión dramática en el hilado de aquellas historias provenientes de la realidad.
Decidimos que la estación local de trenes que se encuentra semi abandonada, desde que se suprimió el tren de pasajeros en Uruguay, era el marco ideal para el desarrollo de esta historia, ya que se trata de un espacio real fantasmagórico, pero lleno de vida en el pasado.
SÍNTESIS DEL ARGUMENTO. "Estación Las Piedras".
Un joven de 17 años y su novia viajan en moto a velocidad y sufren un accidente al perder el control del vehículo sobre las vías del antiguo tren.
La jovencita muere. Gravemente herido, el joven se encuentra en el andén de la vieja estación, en ese instante entre la vida y la muerte, rodeado de personajes locales que vienen "del pasado" a contarle historias locales.
Estas se suceden e interrelacionan, incluso algunas de tono humorístico.
Al final "del viaje", este joven que sólo quiere morir, cambia su decisión y apuesta a la vida.
CONCLUSIONES.
"Estación Las Piedras" fue un suceso en la ciudad.
La obra conmocionaba al "traer a la vida" a personas que estaban en la memoria colectiva. Avivó charlas familiares, otras memorias, debates, polémicas y hasta algún profesor la creyó oportuna para iniciar el trabajo de Historia con sus alumnos.
Fue sensacional el interés que despertó en los más jóvenes, debido a que la transmisión oral, por múltiples factores, se ve muy jaqueada en nuestro tiempo.
Concluimos con el grupo, que aquella oportunidad de trabajar sobre la identidad y la memoria, había transcendido el hecho estético teatral, para volverse además, un aporte a la comunidad.
Sin duda, aquel trabajo inicial dejó sus huellas, al punto que hoy otro grupo teatral de la ciudad, otros jóvenes, la están ensayando nuevamente.

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