Con Irina Alonso e Ingrid Pelicori
Es un espectáculo multimedia que nos invita a recorrer parte del patrimonio artístico/cultural argentino. Un momento de la historia de nuestro teatro, nuestra radio, nuestro cine y nuestra televisión en el marco de una época gloriosa de la bohemia porteña. Propuesta integrada por diferentes registros, que van desde lo narrativo a la recreación con tintes ficcionales, el recitado y la payada, hasta la confesión más intimista; con diversos materiales de archivo rescatados para esta pieza, tales como testimonios, audios, entrevistas, canciones, junto a la música original de recordados programas televisivos, obras de teatro y películas.
Sobre Papá Bianco y Los Alonso
Papá Bianco y Los Alonso nace a partir de un hallazgo: cuando murió nuestra madre nos encontramos con una gran cantidad de carpetas y recuerdos artísticos que generaron el deseo de crear este espectáculo. Nuestro padre, Ernesto Bianco, ha sido considerado como uno de los más grandes actores argentinos de todos los tiempos. Nuestra madre, Iris Alonso, era actriz y hermana de los actores Tito y Pola Alonso, figuras emblemáticas de la época del cine de oro; y que contrajeron matrimonio con María Rosa Gallo y Osvaldo Dragún respectivamente, conformando así un notable clan artístico.
Buscamos generar un acontecimiento vivo, presente, exento de solemnidad, variado en materiales y soportes. Después de un año de investigación, hemos puesto en diálogo nuestros recuerdos personales junto a un gran material que pudimos reunir: registros audiovisuales, audios, entrevistas a colegas y amigos cercanos como Jorge Rivera López, Ana María Picchio, José Martínez Suárez, Claudia Lapacó, Pepe Soriano, Claudio García Satur, María Rosa Fugazot, Luis Brandoni, Marta Bianchi; y canciones, así como la música de algunos programas televisivos (“El Botón” y “El Inglés de los güesos”), de obras de teatro (“El Hombre de la Mancha”) y de películas (“Mis cinco hijos”). Buscamos generar una propuesta vital, lúdica, emotiva, plena de humor y libertad; contado desde la extrañeza, la curiosidad y la emoción de ser parte de esta familia, con el deseo de celebrar y compartir este legado.
Irina Alonso e Ingrid Pelicori
Idea original, dramaturgia y dirección: Irina Alonso e Ingrid Pelicori
Con Irina Alonso e Ingrid Pelicori, junto a Ángeles Alonso y un actor invitado.
Escenografía: Eva Córdova
Vestuario: Belén Pallota
Diseño de iluminación: Lucas Orchessi
Diseño de movimiento: Veronica Litvak
Edición de video: Ariel Cortina
Diseño sonoro y arreglos musicales: Juan Pablo Maicas
Asistente de dirección y operación de video: Lucas Soriano
Duración: 90 minutos
CELCIT. Temporada 2023
Durante los sábados de agosto y septiembre, a las 16 hs. en el Teatro Celcit, pudimos disfrutar de una nueva temporada de la exitosa obra teatral “Papá Bianco y los Alonso”. Un biodrama creado por las hermanas y actrices Ingrid Pelicori e Irina Alonso, quienes rememoran las pasiones y convicciones artísticas que vincularon a una gran familia, unida por el amor a la vocación actoral.
El proyecto biográfico y celebratorio, que también comprende la edición de un libro (“Nuestro Inolvidable Ernesto Bianco”, publicado por el Instituto Nacional de Teatro) y el próximo estreno de una película, surgió a partir de la recopilación de carpetas y cajas con recortes periodísticos que, cuidadosamente, conservara la abuela de las intérpretes. En cada una de ellas se fijaban historias y anécdotas que dan forma a la trayectoria del gran Ernesto Bianco, preponderante actor de nuestro medio desde los años ’40 en adelante.
Fallecido tempranamente a la edad de cincuenta y cinco años, Bianco había nacido el día 20 de junio de 1922, y fue integrante de un clan de raigambre artística, compuesto por su compañera de vida, Iris Alonso, y del cual formaron parte dos hermanos de ella, Tito y Pola Alonso, así como los recordados María Rosa Gallo y Osvaldo Dragún. Ingrid e Irina, orgullosas de sus raíces, nos llevan hacia un viaje emotivo que entrelaza el ámbito íntimo con el curso de la historia de nuestro cine, teatro, radio y TV: reportajes radiofónicos, material fotográfico, obsequios recibidos y reseñas publicadas en medios gráficos se convierten en valioso hallazgo para recordar y volver a transitar la infancia, en la búsqueda de aquellos sentimientos y vivencias que edifican la propia identidad. Porque, a lo largo de la propuesta, habrá dos palabras claves que resultan denominador común a la hora de colocar en perspectiva el vínculo y transitar la pérdida: sanar y reconstruir.
El proceso de dramaturgia hace que “Papa Bianco y los Alonso” cobre vida como una propuesta teatral singularísima, luego de un trabajo de elaboración de casi un año. La inclusión de entrevistas a amigos, colegas y familiares pone de manifiesto la importancia de una figura cabal de nuestro medio, miembro de una generación irrepetible, e integrante, de la época de oro del cine nacional, el teatro y la TV nacional. En teatro, sus colegas lo recuerdan como aquel magnífico protagonista de exitosas puestas, como “Mi Querido Mentiroso”, “Un Enemigo del Pueblo” y “Cyrano de Bergerac”, su trabajo cúlmine. Carismático y talentosísimo, Bianco consagró su vida entera al arte de actuar, dominándolo por completo.
Lee nuestra reseña de «NUESTRO INOLVIDABLE ERNESTO BIANCO» en el siguiente link: https://revistasieteartes.com/2023/10/05/recomendacion-de-libros-nuestro-inolvidable-ernesto-bianco-2022-de-ingrid-pelicori-e-irina-alonso-por-maximiliano-curcio/
A lo largo de una hora y media de duración, descubrimos incontables facetas en la vida de Bianco: desde su afición como eximio dibujante (en 1970 participó de la primera muestra colectiva de trabajos plásticos realizados por actores) hasta aquella gira por Madrid y el posterior encuentro junto a Juan Domingo Perón. El recuerdo trae a la memoria aquella imagen del devoto esposo y amoroso padre que también fue hijo de un tiempo; un tiempo al cual se adelantó: los testimonios que escucharemos hacia su persona nos describirán a un formidable pionero. En sus planes no estaba sucumbir ante las etiquetas y encasillamiento a la hora de elegir entre la seriedad y la morisqueta, entre el prestigio y la popularidad. También fue quien sostuviera una relación tensa con cierto sector de la crítica que injustamente lo menospreciaba. Ernesto ponía las cosas en su justo lugar.
La música, omnipresente, marca el ritmo de la pieza. Ingrid e Irina, que nunca faltaron a una clase, se calzan la guitarra y entonan canciones y poemas, luego bailarán juntas, celebrando el imperecedero legado de su padre. Y porque el teatro cumple nuestros sueños, ellas tienen un deseo más por hacer realidad: las tres voces al unísono se funden al momento de interpretar aquella canción que suena en un viejo reproductor, llenándonos de nostalgia. La obra nos regala este, entre otros instantes mágicos y maravillosos, acercándonos más y más el enternecedor retrato que consigue, contando con la participación de los actores Osvaldo Peluffo (leyendo fragmentos de reportajes brindado por Bianco), así como de la actriz Ángeles Alonso (colocándose en la piel de Iris, su tía). Entre más canciones, poemas y rimas, el álbum de la familia nos convida de aquella foto que atrapó un instante inolvidable, y es así como vemos, encabezando al grupo familiar, al añorado Claudio Da Passano.
La precisa semblanza que ante nuestra atenta escucha la obra traza cobra doble valor: casi no han sobrevivido registros audiovisuales de la mayoría de sus trabajos. Llamativo resulta el hecho de que las salas del Teatro San Martín y del Cervantes que, respectivamente, llevaran su nombre, hoy ya no existen. Por otra parte, la estrella a su honor inmortalizada en las baldosas de Calle Corrientes se encuentra emplazada lejos de la zona de teatros. Quizás estos hechos respondan a que, finalmente, los argentinos no tenemos buena memoria…aunque, hay un homenaje que sí vale la pena mencionar: Patricia Palmer honró a uno de sus grandes maestros colocando el nombre Ernesto Bianco a una de las salas de su espacio personal, el “Teatro Taller del Ángel”.
Esta conmovedora y recomendable propuesta multimedia de teatro documental, estrenada en 2021, incluye piezas audiovisuales, audios y entrevistas a colegas y amigos cercanos, entre quienes destacan Jorge Rivera López, Ana María Picchio, José Martínez Suárez, Alejandro Viola, Alberto Fernández de Rosa, Claudia Lapacó, Pepe Soriano, Claudio García Satur, María Rosa Fugazot, Luis Brandoni, Marta Bianchi, Roberto Mosca, Enrique Papatino, José María Paolantonio, Rómulo Berruti, Nelly Prince y Paco Hasse. El legado que nos es compartido desde el escenario excede la pertenencia de la propia sangre para convertirse en tesoro imprescindible de nuestro acervo cultural. Pero, primero la familia: esto es un acto de imperecedero amor hacia el ídolo de papá.
Papá Bianco y los Alonso es un espectáculo biodramático, pleno de humor y potencia creativa, que invita al público a recorrer parte del patrimonio artístico y cultural de la Argentina. Con dramaturgia de Irina Alonso e Ingrid Pelicori, retrata un momento del teatro, de la radio, del cine y de la televisión argentinos, en el marco de una época gloriosa de la bohemia porteña. Caras y Caretas estuvo en el reestreno, en agosto pasado, y conversó con las actrices y autoras de la obra.
–¿Esta obra funciona de algún modo como una constelación familiar?
Ingrid Pelicori: –En realidad, solamente de un modo muy lejano podríamos decir que se relaciona con las constelaciones familiares, que tienen una dinámica y un objetivo francamente diferente. Nosotras nos hemos sumergido en nuestra historia familiar, y en los sentimientos que nos despierta, pero principalmente hemos tenido un objetivo artístico. Quisimos hacer una obra de teatro, en todo caso teatro documental o biodrama, pero intentando dotarlo de una estructura pensada, de una variedad de climas y de momentos, para lograr que sea divertido, emotivo, entretenido. O sea, lo que solemos esperar de toda obra de teatro. Pero además, quisimos traer al presente no solo a los integrantes de nuestra familia, sino a toda una generación de actores, a todo un modo de vivir las relaciones y la profesión, a toda una etapa de la radio, la televisión, el cine y el teatro, que forma parte del patrimonio cultural de nuestro país y nuestra ciudad. Y en ese sentido nos importa trascender el hecho de que se trata de nuestra familia porque, en tanto legado cultural, también es de todos. Y en ese sentido nos gusta pensar que es un aporte a la memoria colectiva.
Irina Alonso: –Tuve una sola experiencia de constelación familiar, fue virtual, en época de pandemia. Me invitaron. No fue una experiencia buena, honestamente. Esto de que cualquiera aparezca diciendo cosas sobre tu vida y queriendo imponer un significado me resultó tremendo. No digo que no pueda ser útil pero para mí no lo fue. En cambio, nuestra obra me dio la posibilidad de conocer aspectos desconocidos de mis padres y mis tíos, a partir del hallazgo de las carpetas de mi abuela, con recortes de críticas y entrevistas a la familia, desde la década de 1940 hasta la de 1970. Y revivir esa historia cada noche me hace muy bien, es reparador en gran medida porque yo ignoraba casi todo sobre los inicios de mi padre (el actor, director y guionista Ernesto Bianco) y sobre aspectos privados de su vida.
–¿Fueron conociendo mejor a algunos familiares, su arte y su vida a partir de la creación de esta obra?
I. P.: –Bueno, a los integrantes ya los conocíamos, pero con nuestra investigación fuimos conociendo detalles y anécdotas que ignorábamos. Como por ejemplo: en un radioteatro que protagonizaba nuestra tía Pola Alonso, que era muy hermosa, muy deseada, ¡se rifaba un beso de Pola Alonso! O por ejemplo, pudimos conocer en profundidad lo que fue la gesta del elenco del Cervantes –que integraba papá– cuando (Orestes) Caviglia, su director, renunció porque le censuraban el repertorio y a algunos integrantes del elenco; entonces toda la compañía del elenco estable del Cervantes renunció en solidaridad con Caviglia, y conformaron una cooperativa, que fue emblemática: el grupo Gente de Teatro Asociada. También nos sorprendió encontrar en las revistas y diarios que revisamos para crear el espectáculo muchas fotos familiares, con nosotras de distintas edades. Tenemos allí más fotos de nosotras en familia que las que conservamos en nuestras casas.
I. A.: –Yo incluso ignoraba los detalles de sus currículums, no había visto la mayor parte de las películas de mis tíos Tito y Pola, ni las de papá. Tampoco había charlado en profundidad con amigos de ellos, como Pepe Soriano, Martha Bianchi, Claudio García Satur y tantos otros que con su testimonio nos ayudaron a armar el rompecabezas familiar. En mi caso, esta obra es la posibilidad de recuperarlos a ellos, de sentirlos más cercanos, de conocerlos mucho más.
–¿Cuál fue el descubrimiento más interesante a lo largo de este proceso de investigación sobre su familia y el teatro?
– I. P.: –Para mí, uno de los descubrimientos más interesantes fue que muchas personas a las que entrevistamos podían hablarnos ¡tantos años después! todavía con emoción sobre algunas actuaciones de papá. Por ejemplo, sobre su actuación en Querido mentiroso, que se realizó hace más de sesenta años. Es algo que me hace reflexionar sobre el arte del actor de teatro, que pese a su carácter efímero, puede dejar esa poderosa huella emotiva a través de tanto tiempo. Me asombra y me conmueve.
I. A.: –Todo lo que conocí acerca de mis padres y mis tíos a través de esta obra es sumamente importante para mí. Yo tenía 10 años cuando se murió mi papá y mamá no hablaba de él, porque le hacía mal. Crecí sin saber casi nada de mi padre. Mis tíos también murieron jóvenes. Solo Pola fue longeva, pero tampoco le gustaba hablar del pasado. Para escribir esta obra tuvimos que sumergirnos en sus vidas. Me hace muy feliz.
–¿Qué tienen pensado para cuando terminen las funciones en el Celcit?
I. P.: –Cuando terminen las funciones del Celcit, nos vamos a tomar un descanso del espectáculo, ya que tenemos otros compromisos laborales, pero no descartamos volver a hacerlo más adelante. Entre tanto estamos esperando que se termine el montaje de la película que filmamos con la misma temática.
I. A.: –Siempre la idea es volver. Es una obra muy especial para nosotras, irremplazable. Cada vez que tengamos disponibilidad y coincidencia horaria entre nosotras, es probable que volvamos a estar en cartel.
–En este relato sobre la novela familiar incorporan mucho bailar, cantar. ¿Esto tiene que ver con que la danza y el canto eran muy importante para papá Bianco y los Alonso?
I. P.: –La danza, el canto y la música en general, así como la pintura y la poesía, todas las artes estaban muy presentes en nuestra vida familiar. Y, de algún modo, quisimos también reflejar en nuestro espectáculo ese clima lúdico, creativo, que nos rodeaba. Nuestros padres nos estimulaban mucho en ese sentido: desde muy chicas nos mandaban a estudiar instrumentos musicales, danzas, expresión corporal, artes plásticas, canto. Siempre fue una familia que valoraba particularmente, y disfrutaba, las expresiones artísticas.
I. A.: –La familia apreciaba mucho la música. Mamá era egresada del conservatorio de piano y papá vivía escuchando música, sobre todo clásica, pero también le gustaba mucho el tango, y querían que nosotras tuviéramos una formación musical. Ambas pasamos por el Collegium Musicum desde muy chiquitas. Y también nos llevaron a hacer danzas. Yo con 3 años ya compartía con Ingrid, que tenía 13, unas clases de danza clásica, con una profesora que se llamaba Georgette. Y fuimos compañeras de tap, cuando yo tenía 13 y ella 23. ¡Era divertidísimo!
–Para cerrar, ¿algo que quieran compartir de esta hermosa obra?
I. P.: –Es muy gratificante escuchar las devoluciones que nos hacen. La emoción de las personas que conocieron a los actores de nuestra familia y a quienes nuestra obra les recuerda su propia vida; pero también la de aquellas personas que no los conocieron, y se asombran de algunas anécdotas, se emocionan con otras. Y comprenden que, de alguna manera, esta historia también les pertenece en tanto legado cultural. Otras personas nos comentan que nuestra obra les recuerda cosas de sus propias familias. Ya que, más allá de sus particularidades, nuestra obra trata sobre una familia. Y en algún sentido se parece a todas las familias, con sus recuerdos de infancia, sus códigos, sus juegos y sus pérdidas.
I. A.: –Fue muy importante para mí actuar con nuestra prima, Ángeles Alonso. Ella hizo gran parte de su carrera de actriz en México, donde vivió 28 años, así que no habíamos actuado juntas. Eso es maravilloso porque la adoro y es una gran actriz. Y también fue bellísimo compartir muchas funciones con Claudio Da Passano. Fuimos muy afortunadas de tenerlo en la mayor parte de las funciones. Y un lujo también haber tenido actores invitados como Horacio Peña, Osmar Núñez, Manuel Callau y Pablo Caramelo, que es mi marido, y así lo que una vez fue un clan artístico familiar (papá, María Rosa Gallo, Tito Alonso, Chacho Dragún) de alguna manera continúa. Es increíble y maravilloso ver cómo el público se divierte y se emociona con estas historias tan privadas, tan personales. De alguna manera, cuando vemos la repercusión en el público sentimos que nuestra historia tiene algo de universal: es la historia de cada familia, con sus pérdidas, sus encuentros y desencuentros. Y también la historia de nuestro pasado cultural. Confluyen muchos elementos que permiten que la gente resuene muchísimo con lo que contamos. Mucha gente nos dice “no dejen de hacerla nunca”. Es una enorme alegría.
Dramaturgia y dirección: Irina Alonso e Ingrid Pelicori. Con Ángeles Alonso, Irina Alonso e Ingrid Pelicori. Actores invitados: Manuel Callau, Pablo Caramelo, Osmar Nuñez y Horacio Peña. Vestuario: Belén Pallotta. Escenografía: Eva Córdova. Diseño de luces: Lucas Orchessi. Diseño sonoro y arreglos musicales: Juan Pablo Maicas. Edición de video: Ariel Cortina. Asistencia de dirección: Lucas Soriano. Diseño de movimientos: Veronica Litvak.
Celcit. Moreno 431. Sábado, 16 h.
Por Cecilia Inés Villarreal
Era un día frío e inhóspito en Capital Federal. El viento y las nubes grises invitaban a todos a permanecer en la cápsula hogareña. Ese refugio único frente a las adversidades climáticas, disfrutando del calor, la compañía humana o animal. Probablemente, una infusión acompañada por algo salado o dulce.
Pese a este panorama sombrío, le hicimos frente a este invierno bipolar y concurrimos al Celcit en San Telmo. El motivo era ver esa suerte de documental teatralizado llamado “Papá Bianco y los Alonso”. Allí nos sumergimos en la intimidad de esta familia de artistas. El clan, llamado así por las hermanas de la letra I, Irina Alonso e Ingrid Pelicori. Esta vocal atraviesa los nombres de la línea materna y es muy curiosa esta recurrencia.
Justamente serán ellas quienes llevan adelante este sentido homenaje a su padre, Ernesto Bianco y los ancestros cercanos (tíos y abuelos) que compartieron una pasión: la actuación. El nombre real de papá era Oscar Ernesto Pelicori, reconocidísimo actor, director y guionista argentino. Su paso por el celuloide, las tablas y la televisión forman parte de su curriculum frondoso, además de transitar por el drama y la comedia. De igual forma, los tíos formaron parte también del cine argentino: los hermanos Alonso (Pola, Tito, Alfonso y Mario).
La puesta en escena tiene un aura de ceremonia íntima y subyugante. La dupla protagónica abre las puertas de su casa con confianza para mostrar su álbum de fotos. Entre mate con facturas, nos contarán las anécdotas de sus padres, tíos y abuelos. La calidez de los momentos narrados, la nostalgia y el amor que se respira en la sala es palpable y atrapante.
Asimismo, como si fuesen separadores radiales, las melodías de guitarras amenizan y realzan con buenas dosis de humor y emoción el relato de este árbol genealógico. En las ramas del mismo, viven en los testimonios de actores y actrices de gran trayectoria. La pantalla es la narradora muda y elocuente que muestra fragmentos de películas y recortes de notas en revistas del corazón de la época. Estos tesoros invaluables forman parte del arcón de los recuerdos que celosamente guardan las descendientes.
La iluminación proporciona el clima cómplice para adentrarnos y ser testigos de este encuentro. Un viaje en el tiempo hasta las décadas del 40?, 50? y 60?. La dirección conjunta de Irina e Ingrid brinda cadencia armónica al relato. Es equilibrada en tanto la cercanía y el afecto traspasan el escenario. Transmiten como los integrantes del clan con sus particularidades, conmovían y divertían a los presentes con sus ocurrencias dentro y fuera del ojo público.
Así como recordamos y hacemos una arqueología de nuestros orígenes, la dupla Alonso & Pelicori realizan esta ofrenda en formato teatral. Lágrima de por medio, los espectadores reciben este regalo con el corazón y las manos abiertas. El disfrute se potencia porque se rescata la historia del séptimo arte nacional. La doble dimensión de presentar a los actores/personajes humaniza lo visto sobre tablas a partir de su autenticidad. El sano ilusionismo de ver en una filmación a los parientes es mágico. Como si con este ardid, la Muerte hiciese una pausa en su labor. Lo mismo sucede cuando aparecen fotografías antiguas y arriesgamos hipótesis sobre las vidas de aquellos que nos antecedieron. Nos alimentamos de la oralidad usada por padres, abuelos y tíos.
“Papa Bianco y los Alonso” va más allá del retrato para llevar adelante un sentido recordatorio del linaje familiar. Con la precisa combinación de sensibilidad con buena parte de la historia del cine y teatro argentino, se constituye en una puesta disfrutable de principio a fín.
El tiempo fue pasado
El placer es la flor que florece y el recuerdo es el perfume que perdura.
Jean de Boufflers
Este es un biodrama realizado por Irina e Ingrid Pelicori sobre la vida de su padre Ernesto (1922-1977), “Papá Bianco”, actor, director y dramaturgo, quien ha sabido dejar una gran huella en el mundo artístico argentino por su talento y versatilidad.
También aparecen los Alonso, cinco hermanos actores y actrices que a principios del siglo pasado han hecho un extenso recorrido en cine y radio teatro en nuestro país, ellos son los tíos maternos de ellas. Básicamente una gran familia de artistas.
El espectáculo no es pretencioso, sólo busca rendir un homenaje al padre de las protagonistas y para eso les alcanza con unas sillas, desde dónde leerán cartas, tocarán la guitarra para acompañarse mientras cantan y sumado a una pantalla, en torno a la que se acomodará el resto de la puesta escenográfica y en la que harán proyecciones de fotos y videos que ayudan a contar la historia.
Las anécdotas son variadas y aparecen como un salvavidas que aporta un tinte de comicidad, develando la personalidad y la relación que llevaba esta familia.
Es claro el sentimiento puro de admiración y amor que Irina e Ingrid sienten hacia la memoria de su padre y el resto de su familia. Así como los pasos que sus antepasados realizaron ellas también caminaron por allí eligiendo ser (igual a ellos) artistas.
Una puesta muy sencilla, en la que no se encuentran mayores sorpresas, esto es lo que hay; tanto la temática, como la forma de contar la vida del artista, hacen de este espectáculo, una pieza ideal para sus seguidores, en la que sus hijas, invitan a un ritual contra el olvido.
Ficha
Intérpretes: Irina Alonso, Ingrid Pelicori, Angeles Alonso y la participación especial de Horacio Peña.
Dirección: Irina Alonso, Ingrid Pelicori.
Género: Bio drama
Camino por la zona de Monserrat hasta el teatro y escuela Celcit, donde se presenta Papá Bianco y los Alonso, y desde el momento que entro al edificio me da la sensación de emprender un viaje en el tiempo. Un refugio contra las furiosas tormentas de agosto.
Las actrices Irina Alonso e Ingrid Pelicori, hijas de Ernesto Bianco e Iris Alonso, repasan su historia familiar entre cajas apiñadas, cintas y viejas fotos. Lo particular es que entre sus recuerdos íntimos se encuentran también imágenes de conocidas películas argentinas y recortes de diario de espectáculos. De esa manera, convergen las anécdotas privadas de la familia y la faceta pública que se mantiene en la memoria colectiva. Los espectadores cada tanto lanzan expresiones de emoción y sorpresa ante las múltiples figuras del cine y el teatro que se proyectan sobre el escenario. Una generación marcada por las producciones de Ernesto, los hermanos Tito y Pola Alonso, y colegas como Tita Merello.
Al ritmo de las guitarras criollas se hace ejercicio de la memoria en reconocimiento a un legado tan querido. La construcción ficcional en conjunto al trabajo de archivo, con grabaciones y entrevistas a distintas personalidades, nos da una idea del impacto de la familia en la escena porteña. En su recuperación la obra nos transmite todo lo humano del arte teatral, el trabajo, la dedicación y la pasión, tal sentimiento une la historia de vida de las hermanas con sus afectos pero también con todos los presentes.
Por Manuela Harriague - @manu.harriague
Sinopsis
Las hermanas Irina Alonso e Ingrid Pelicori, hijas de Ernesto Bianco e Iris Alonso, estrenan un nuevo espectáculo biodramático, de carácter documental, que propone recorrer la historia de su familia, conformada íntegramente por artistas emblemáticos de la historia cultural argentina.
Es un espectáculo multimedia que nos invita a recorrer parte del patrimonio artístico/cultural argentino. Un momento de la historia de nuestro teatro, nuestra radio, nuestro cine y nuestra televisión en el marco de una época gloriosa de la bohemia porteña. Propuesta integrada por diferentes registros, que van desde lo narrativo a la recreación con tintes ficcionales, el recitado y la payada, hasta la confesión más intimista; con diversos materiales de archivo rescatados para esta pieza, tales como testimonios, audios, entrevistas, canciones, junto a la música original de recordados programas televisivos, obras de teatro y películas.
Ficha técnica artística
Dirección y dramaturgia: Irina Alonso e Ingrid Pelicori
Elenco: Ángeles Alonso, Irina Alonso, Ingrid Pelicori y actor invitado
Asistencia de dirección: Lucas Soriano
Vestuario: Belén Pallota
Escenografía: Eva Córdova
Diseño de luces: Lucas Orchessi
Diseño sonoro y arreglos musicales: Juan Pablo Maicas
Diseño de movimientos: Veronica Litvak
con Paula Travnik
A demanda
45 minutos de video tutorías
con Paula Requeijo
11 de febrero al 1º de abril de 2025
Martes de 19 a 21
con Carmen Baliero
5 de octubre al 30 de noviembre
Sábados de 11 a 13
con Yoska Lazaro (España)
3 de octubre al 21 de noviembre
Jueves de 15 a 17
con Cintia Miraglia
6 de febrero al 27 de marzo de 2025
Jueves de 11 a 13
con Gustavo Schraier
A demanda
65 minutos de video tutorías