Consta de 6 encuentros por videoconferencia. Un péndulo. Ida y vuelta del juego y la emoción.
El clown es una experiencia teatral apasionante que nos permite transitar el placer de jugar, convertirlo en fuerza escénica y compartirlo con el público. Es un excelente entrenamiento para los artistas de todas las disciplinas y fascinante para cualquier persona. Buscar los movimientos gatillo que disparan el placer de jugar y de un texto libre de filtros e intelectualización. Superar el miedo al vacío y aprender a encontrar en lo inesperado, el mejor material de trabajo. Aceptar las propias faltas y aprovechar los propios colores como material escénico. Aprender a divertirse para divertir y a emocionarse para emocionar. Los grandes temas: Cuerpo- Impulso – Registro –Vulnerabilidad –Juego – Vacío – Ritmo – Presente – Urgencia – Calma – Estado – Proyección– Emoción – Péndulo.
Un viaje divertido, emocionante, expuesto, arriesgado, delirante, único.
Quien asistan a un mínimo de 4 de las 6 videoconferencias pautadas, recibirán constancias de participación en formato digital.
La carga total se estima en 45 horas.
Estado clownesco: Entrenamiento de reacción y disponibilidad. El placer y la particular energía física del juego. Las estrategias.
La proyección: El clown trabaja sin cuarta pared. Todo lo que hace se le ofrece al público. Cómo establecer el contacto. Cómo trabajar para que todo lo que le sucede se proyecte sobre el público.
El péndulo: La escena no está definida por lo que el público quiere ni por lo que el clown propone. En el medio, entre el público y el clown, hay un lugar de encuentro, y es de ese maravilloso y difícil contacto que surge el camino a tomar. El péndulo es el ida y vuelta con el público. La capacidad de decodificar las respuestas (positivas o negativas) que el público devuelve al clown y, a partir de éstas, ir sintiendo cuales son los próximos pasos en la escena.
Impulso: El entrenamiento de clown evita las ideas y se apoya en los impulsos, que son el motor del clown. Son semillas que germinan y se convierten en acciones. Los impulsos vienen del público, de los compañeros de escena y de uno mismo.
El trabajo sobre el vacío: Es el entrenamiento para poder entrar sin ideas a la escena o abandonar las ideas previas cuando no funcionan y trabajar con los materiales que surgen en ese momento frente al público. El clown, si no sabe qué hacer, tiene que evitar “hacer por hacer” o “hablar por hablar”. Tiene que esperar el “buen impulso”. Al mismo tiempo, el trabajo necesita urgencia, por lo tanto algo tiene que pasar “ya”. Ese pequeño espacio que existe entre no apurarse, pero trabajar con urgencia es el territorio próspero para el trabajo del clown. Este entrenamiento también impone al actor mostrar lo que realmente le está sucediendo en la escena y dejar de aparentar.
El presente: El entrenamiento impone al actor un fuerte acto de presencia y de presente. Sin hacer planes para colonizar el futuro, adelantándose a lo que vendrá y sin retroceder mentalmente hacia instantes pasados para analizar lo sucedido o entrar en improductivas conversaciones mentales y reproches hacia sí mismo o sus compañeros.
con Yoska Lázaro (España)
8 de abril al 24 de junio
Martes de 15 a 17
con Javier Swedzky (Argentina)
20 de marzo al 3 de julio
Jueves de 19 a 21
con Angel Solovera (Chile), Claudio Pueller (Chile)
7 de abril al 12 de mayo
Lunes de 19 a 21
con Laura Brauer (Argentina)
4 de abril al 18 de julio
Viernes de 13 a 15
con Teresita Galimany (Argentina)
12 de marzo al 2 de julio
Miércoles de 19 a 21
con Ariel Barchilón (Argentina)
5 de marzo al 25 de junio
Miércoles de 13 a 15
con Malena Graciosi (Argentina)
Empezá hoy
60 minutos de video tutorías
con Teresita Galimany (Argentina)
10 al 14 de febrero
Lunes a viernes de 15.30 a 17.30